viernes, 10 de mayo de 2013

AUTOCUIDADO DE LA PIEL en el ADULTO MAYOR

La piel es una barrera de protección de nuestro organismo, y nos permite el contacto con el medio ambiente y con el resto de personas.

La piel sana es además la primera línea de defensa del cuerpo contra las infecciones y lesiones de los tejidos. A través de ella sentimos las texturas, el dolor, la presión y temperatura.

 

Una piel sana:
  • Regula la temperatura corporal, permitiéndonos sentir el frío y el calor.
  • Mantiene el calor que nuestro cuerpo necesita para vivir.
  • Es un medio para la eliminación de desechos mediante el sudor, y participa en el mantenimiento del equilibrio de líquidos y minerales.
 
Al cuidar la piel, tendremos:
  • Protección frente al medio ambiente, al sol, la lluvia, el viento, el frío, la helada, etc.
  • Garantía de no sufrir resequedad, ni infecciones.
  • Salud y bienestar
  • Una piel saludable y a la que cuidamos con buenas prácticas de higiene, contribuyen a una buena salud en general.
 
Cambios que se presentan en la piel de las personas adultas mayores
  • La piel se vuelve seca, arrugada, menos elástica, más frágil y delgada.
  • Se producen moretones con más facilidad.
  • Las heridas cicatrizan más lentamente y existe mayor probabilidad de desarrollar infecciones después de un golpe.
  • Se tolera menos el frío o el calor.
  • La piel suda menos, aumentando su sequedad.
  • Existe menos sensibilidad, esto puede provocar no sentir heridas e infecciones, hasta que estas sean muy graves.
  • Mayor riesgo de que existan lunares nuevos, con coloración, lo que puede alertarnos sobre la presencia de un cáncer de piel.
Factores de riesgo
  1. Enfermedades como la diabetes, demencia, o aquellas que provoquen inmovilidad.
  2. Mala nutrición.
  3. Demasiada exposición al sol cuando estamos en el campo.
  4. Frotación y maltrato excesivo de la piel.
  5. Uso de sustancias irritantes como alcohol, aguardiente, yonque, kerosene, colonias, talcos, perfumes, etc.
Riesgos a los que está expuesta su piel
Riesgo al cáncer de piel
  1. Revisar la piel cada cierto tiempo, en busca de algunos cambios.
  2. Tener cuidado si aparecen lunares, verrugas (tictes), manchas o bultos.
  3. Acudir a la posta si se presenta un lunar o bulto que crece muy rápido.
  4. Si las heridas no cierran o no se curan, acudir a la posta o centro de salud.
Evitar el Riesgo de aparición de heridas por presión, también llamadas escaras
  1. Evitar estar sentado o echado en la misma posición por más de 30 minutos.
  2. Moverse o cambiar de posición en el lugar donde duerme (acompañado de movimientos activos en cada articulación).
  3. Humedecer la piel con alguna pomada o producto lubricante de uso tradicional (tuétano, nata de la leche, penca de tuna, sábila).
  4. Mantener una alimentación saludable (consumir los productos de la chacra)
  5. Beber agua.
Visitar al médico inmediatamente
  • Si un lunar empieza a crecer, picar o sangrar.
  • Si aparecen manchas grandes en alguna parte del cuerpo, especialmente en manos, piernas y pies.
  • Si una herida no cicatriza, no cierra, o no se cura.
Medidas de Autocuidado de la piel, uñas, cabello, entre otros.
  1. Beber unos 6 a 8 vasos de agua o líquido al día; a menos que el doctor se lo prohíba.
  2. Mantener la piel limpia. Asearse todo el cuerpo con un paño limpio (toalla) húmedo, y de ser posible bañarse todos los días.
  3. No usar jabón para ropa o detergente para la limpieza del cuerpo, porque es muy irritante (especialmente en genitales, cara, ojos, oídos).
  4. Usar jaboncillo sobre todo en las zonas donde hay mucho olor, como son las axilas y los pies.
  5. Después de cada baño o limpieza, secarse bien el cuerpo con un paño limpio, de forma suave, sin dejar zonas húmedas, en particular en los pliegues de los pies para evitar la infección por hongos.
  6.  
  7. Cortar y mantener sus uñas limpias.
  8. Lavarse el cabello por lo menos tres veces por semana.
  9. Peinarse todos los días.
  10. Siempre lavarse las manos luego de ir al baño, antes de cocinar y antes de comer.
  11. Para afeitarse, no usar pinzas de sunchos (cintas de metal) para evitar infecciones.
  12. Cortar con tijera de punta redonda, los vellos que sobresalen de la nariz o del oído.
  13. Usar ropa cómoda (de preferencia de lana o algodón, de acuerdo a la zona).
  14. Lavar la ropa con detergentes o jabón, y enjuagarla bien.
FUENTE:
MINISTERIO DE LA MUJER Y POBLACIONES VULNERABLES

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