La piel es una barrera de protección de nuestro organismo, y nos permite el contacto con el medio ambiente y con el resto de personas.
La piel sana es además la primera línea de defensa del cuerpo
contra las infecciones y lesiones de los tejidos. A través de ella sentimos las
texturas, el dolor, la presión y temperatura.
Una piel sana:
- Regula la temperatura corporal, permitiéndonos sentir el frío y el calor.
- Mantiene el calor que nuestro cuerpo necesita para vivir.
- Es un medio para la eliminación de desechos mediante el sudor, y participa en el mantenimiento del equilibrio de líquidos y minerales.
Al cuidar la piel, tendremos:
- Protección frente al medio ambiente, al sol, la lluvia, el viento, el frío, la helada, etc.
- Garantía de no sufrir resequedad, ni infecciones.
- Salud y bienestar
- Una piel saludable y a la que cuidamos con buenas prácticas de higiene, contribuyen a una buena salud en general.
Cambios que se presentan en la piel de las personas adultas
mayores
- La piel se vuelve seca, arrugada, menos elástica, más frágil y delgada.
- Se producen moretones con más facilidad.
- Las heridas cicatrizan más lentamente y existe mayor probabilidad de desarrollar infecciones después de un golpe.
- Se tolera menos el frío o el calor.
- La piel suda menos, aumentando su sequedad.
- Existe menos sensibilidad, esto puede provocar no sentir heridas e infecciones, hasta que estas sean muy graves.
- Mayor riesgo de que existan lunares nuevos, con coloración, lo que puede alertarnos sobre la presencia de un cáncer de piel.
Factores
de riesgo
- Enfermedades como la diabetes, demencia, o aquellas que provoquen inmovilidad.
- Mala nutrición.
- Demasiada exposición al sol cuando estamos en el campo.
- Frotación y maltrato excesivo de la piel.
- Uso de sustancias irritantes como alcohol, aguardiente, yonque, kerosene, colonias, talcos, perfumes, etc.
Riesgos
a los que está expuesta su piel
Riesgo
al cáncer de piel
- Revisar la piel cada cierto tiempo, en busca de algunos cambios.
- Tener cuidado si aparecen lunares, verrugas (tictes), manchas o bultos.
- Acudir a la posta si se presenta un lunar o bulto que crece muy rápido.
- Si las heridas no cierran o no se curan, acudir a la posta o centro de salud.
Evitar
el Riesgo de aparición de heridas por presión, también llamadas escaras
- Evitar estar sentado o echado en la misma posición por más de 30 minutos.
- Moverse o cambiar de posición en el lugar donde duerme (acompañado de movimientos activos en cada articulación).
- Humedecer la piel con alguna pomada o producto lubricante de uso tradicional (tuétano, nata de la leche, penca de tuna, sábila).
- Mantener una alimentación saludable (consumir los productos de la chacra)
- Beber agua.
Visitar
al médico inmediatamente
- Si un lunar empieza a crecer, picar o sangrar.
- Si aparecen manchas grandes en alguna parte del cuerpo, especialmente en manos, piernas y pies.
- Si una herida no cicatriza, no cierra, o no se cura.
Medidas
de Autocuidado de la piel, uñas, cabello, entre otros.
- Beber unos 6 a 8 vasos de agua o líquido al día; a menos que el doctor se lo prohíba.
- Mantener la piel limpia. Asearse todo el cuerpo con un paño limpio (toalla) húmedo, y de ser posible bañarse todos los días.
- No usar jabón para ropa o detergente para la limpieza del cuerpo, porque es muy irritante (especialmente en genitales, cara, ojos, oídos).
- Usar jaboncillo sobre todo en las zonas donde hay mucho olor, como son las axilas y los pies.
- Después de cada baño o limpieza, secarse bien el cuerpo con un paño limpio, de forma suave, sin dejar zonas húmedas, en particular en los pliegues de los pies para evitar la infección por hongos.
- Cortar y mantener sus uñas limpias.
- Lavarse el cabello por lo menos tres veces por semana.
- Peinarse todos los días.
- Siempre lavarse las manos luego de ir al baño, antes de cocinar y antes de comer.
- Para afeitarse, no usar pinzas de sunchos (cintas de metal) para evitar infecciones.
- Cortar con tijera de punta redonda, los vellos que sobresalen de la nariz o del oído.
- Usar ropa cómoda (de preferencia de lana o algodón, de acuerdo a la zona).
- Lavar la ropa con detergentes o jabón, y enjuagarla bien.
FUENTE:
MINISTERIO DE LA MUJER Y POBLACIONES VULNERABLES
No hay comentarios:
Publicar un comentario